Empezare por decirles que las enchiladas rojas de pollo son uno de mis platillos que hace poco incorpore a mi lista de platos mexicanos favoritos, normalmente me decanto más por alguna salsa en ciertas temporadas.
Hay periodos que mi favorita se vuelve la salsa verde y otros periodos la salsas rojas, para ser sincera me gustan todas las salsas mexicanas y yo creo que por eso les doy su tiempo a cada color de salsa.
Lo que me gusta de la salsa roja es que se puede hacer de diferentes chiles secos; chile chipotle ahumado, chile guajillo, chile morita, chile de árbol, chile chiltepín, etc.
Y es que cada chile aporta un sabor distinto a la salsa, unos más picantes y otros más ahumados, todos son distintos y en México hay infinidad de preparación para estás salsas.
En cada sitio donde vendan comida y en cada casa preparan una salsa diferente, ya sea más tomate, más picante o mezcla de chiles. Por eso les digo que las enchiladas rojas puede ser distintas aunque tengan el mismo color.
Por ejemplo desde que las hago en casa le voy variando los chiles adicionales y digo adicionales porque la base de la salsa roja para enchiladas son los jitomates y los chiles de árbol secos. Muchas veces a esta base de salsa roja le pongo chile chipotle o chile morita que potencia el sabor a otro nivel más picante.
Como ya les he advertido, sí un mexicano te dice que «No pica mucho» deben tener cuidado porque no es que seamos malvados, es que estamos tan acostumbrados a comer picante desde muy pequeños que lo que para otros puede ser dinamita para nosotros es un picante ligero.
Hay una historia que me cuenta mi mamá que siempre recuerdo con mucho ternura y amor, quizá ya se les he dicho en algún otro post pero hoy la he recordado mientras me comía un dulce picante así que se la diré.
Mi madre me dice que cuando era una bebé que apenas me empezaba sentar, mi abuelo me trajo una paleta (Chupa) sabor mango y cubierta con chile jajaja, ella lo miró y le dijo: «Don Ricardo como se la va a comer si todavía esta muy pequeña» a lo que mi abuelito le dijo: «Tú dásela a mi negra hay se verá si le pica o no».
Así de extremo era mi abuelo jajaja, yo me imagino la escena porque recordarla no puedo era muy pequeña…
Ahora cada vez que como algo mexicano y no me pica tengo que ponerle más picante para que tenga sabor, pienso que esto se lo debo a Don Ricardo que me inicio en el mundo enchilado bueno confío en que mi madre no le hizo ni caso y le dio la paleta a alguno de mis hermanos.
Como les dije hace poco empece a probar con varios chiles y cada sabor es distinto, esta vez para la salsa utilice chile seco de árbol y chile pasilla que es un chile con tonos mucho menos picantes y más ahumados con un color más oscuro.
Cada vez que hago salsa me gusta que el güero la pruebe y que me diga de que chile es; él siempre responde chipotle porque es el que más le gusta y no sabe diferenciar aún los otros chiles, después me dice «Wow te quedo de lujo la salsa» pero esto lo hace con todas las salsa que hago, lo estoy haciendo inmune al picante o mejor dicho Mexiñol.
Bueno como siempre me desvió del tema, lo siento así soy y es que siempre que recuerdo a mi abuelo y sus anécdotas es como transportarme a la infancia tan bonita que tuve a lado de ese señor. La mejor descripción es; recordarlo y tener un apapacho en el corazón.
Ahora centremos en las enchiladas y en un súper tip que les tengo: Sé que muchas veces cuando hablo de los chiles se plantean dónde conseguirlos pero como siempre les digo en España hay muchas tiendas mexicanas con productos como estos pero si no los consiguen pueden sustituirlos por pimiento choricero secos, guindillas rojas secas y cayena.
También les digo que con la cayena deben tener mucho cuidado que es muy traicionera y si no comen nada de picante pueden omitirlo y usar solo los otros ingredientes, nada más que esta platillo de enchiladas se convertirá en entomatadas.
Las entomatadas son igual que las enchiladas pero sin chile, su sabor se lo da el tomate, también están riquísimas pero yo los animo a que se le pierdan el miedo al picante, pueden usar solo 1 chile en su salsa y verán la chispa más buena que le da a todo.
Cómo hacer enchiladas rojas de pollo
Las enchiladas mexicanas son un platillo de lo más fácil que hay además podemos decir que es uno de esos platos de aprovechamiento que te saca de cualquier apuro.
Muchas veces tenemos pollo que sobra quizá de algún guiso, en México las tortillas y los chiles nunca faltan y seguro que todos tenemos tomates en el refrigerador, así de fácil es hacer enchiladas.
Por eso hay un refrán mexicano que quiere decir exactamente los mismo «Enchilame esta gorda», el refrán es «No son enchiladas» que quiere decir que algo no es fácil. Haciendo alusión a que las enchiladas son muy fáciles y rápidas de preparar.
Y ahora que ya se adentran en el mundo enchiladezco cuéntenme ¿Qué enchiladas les gustan más las enchiladas rojas o verdes?
Yo no se cual elegir porque ya les dije hay muchos tipos de enchiladas como las enchiladas suizas que son verdes pero van al horno, las enchiladas verdes normales, las enchiladas de mole o enmoladas, las enchiladas potosinas y las entomatas, todas con un sabor distinto.
Ya me dio en antojo otra vez de enchiladas y no es para menos siempre vienen bien unas de estás.
Mientras hacía las fotos me enamoraba más de las enchiladas, no podía creer el sacrilegio que vi alguna vez por la red; Pues mire que alguien publico una receta con el nombre de enchiladas mexicanas y eran totopos de bolsa (Nachos triangulares) en una sartén cubiertos con chili, frijoles, arroz, queso amarillo, crema, maíz dulce y algo de perejil por encima, vamos que me dieron ahí en el mero corazón.
Y es que como toda lo comida mexicana, las enchiladas rojas no son más que otro plato típico mexicano con una base de tortilla y salsa que pique para que amarre.
Las enchiladas rojas de chile seco es tener una buena salsa, algo para rellenar ya sea pollo o queso y con poco menos de medio kilo de tortillas ya tenemos un plato auténtico mexicano que estoy segura que gusta a todo mundo.
Armarlas no es complicado solo hay que poner el relleno y enrollarlas, hay quienes la prefieren solo dobladas por la mitad y ya así echarles la salsa roja.
Yo las como de las dos formas, según sea el tamaño de mi plato jeje y es que si es grande como el de esta receta se ven más padres por la mitad. Sí estoy enamorada de mi plato de barro pintado con florecitas.
Espero de verdad que se animen hacer los platos mexicanos pero sobre todo que busquen recetas auténticas mexicanas y no los inventos que se ven por ahí, como siempre les digo la mala difusión de la gastronomía de cualquier país nos hace una idea errónea de las delicias que se pueden comer allí.
Esta es una de las cosas que siempre defiendo y el ver algunas recetas de enchiladas que no se le parecían en lo más mínimo me hace recordar la finalidad de mi blog; Promocionar la verdadera gastronomía mexicana en el extranjero.
También les digo que no hay una sola receta de enchiladas rojas, todas ellas con un toque distinto pero si un mexicano te las hace confía que te dará algo auténtico de mi país.
Vamonos poniendo con los ingredientes que confío que cuando los lean les darán muchísimas ganas de ponerse con esta receta típica mexicana de enchiladas de pollo.
Ingredientes:
- 10 tortillas de maíz
- 1/2 pechuga de pollo deshebrada
- 4 jitomates pera
- 3 chiles secos de árbol
- 1 chile pasilla
- 1 ajo
- 1/4 de cebolla
- sal
- Aceite de oliva
- Queso fresco
- Crema o nata para cocinar
- Lechuga en tiras (Opcional)
Preparación:
- Lo primero es poner a hervir la pechuga durante 45 minutos con una pizca de sal, un trozo de cebolla, algún ajo y quizá una rama de cilantro o una hoja de laurel, esto va a gustos, yo he puesto media pechuga que me alcanzo perfectamente para 10 enchiladas.
- Por otra parte pondremos a escalfar los tomates para retirarles la piel, con ellos pondremos los chiles de árbol y en chile pasilla. Después que estén suavizados los chiles les quitaremos las semillas para que no piquen mucho.
- En esta parte del procedimiento es hora de tener las tortillas, si las tienen ya, ni se preocupen y si no les deje arriba la receta de cómo hacerlas para tener todo listo.
- Bueno teniendo las tortillas empezaremos haciendo la salsa, en una licuadora ponemos los tomates sin piel, los chiles desvenados, el diente de ajo, un trozo de cebolla, sal y un chorrito (50 ml. aprox.) del caldo de pollo para que la licuadora pueda empezar a triturar. Trituramos perfectamente.
- Por otro lado la pechuga ya debe estar perfecta de sal y desmenuzada.
- En un cazo hondo agregamos un poquito de aceite y cuando este caliente agregaremos la salsa para que se termine de cocinar y cuando la utilicemos este calentita. Debemos probar que este bien de sal y que el picor sea el deseado, de no ser así hay que triturar más tomates.
- Teniendo todo listo nos queda montar nuestro plato de enchiladas, empezaremos por las tortillas.
- Las tortillas las pasamos por aceite, el aceite no debe estar muy caliente porque solo queremos suavizar las tortillas no dorarlas.
- Después rellenaremos todas las tortillas de pollo y las iremos colocando de la forma que más les guste sobre el plato, añadiremos salsa por encima procurando que bañe bien las tortillas.
- Así de fácil es montar las enchiladas, ¡Chispas! se nos olvida el queso…
- Cuando hayamos puesto por encima la salsa agregamos el queso fresco desmoronado, agregamos lechuga si les gusta, cebolla en juliana y crema o nata para cocinar.
Ya con todo esto no nos queda más que empezar a comer nuestra enchiladas acompañas de agua fresca de frutas o la riquísima agua de jamaica que en México no puede faltar.
Yo creo que enchiladas rojas y agua de jamaica es una de las mejores combinaciones que puede existir en mi México querido.
- 10 tortillas de maíz
- ½ pechuga de pollo deshebrada
- 4 jitomates pera
- 3 chiles secos de árbol
- 1 chile pasilla
- 1 ajo
- ¼ de cebolla
- sal
- Aceite de oliva
- Queso fresco
- Crema o nata para cocinar
- Lo primero es poner a hervir la pechuga durante 45 minutos con una pizca de sal, un trozo de cebolla, algún ajo y quizá una rama de cilantro o una hoja de laurel, esto va a gustos, yo he puesto media pechuga que me alcanzo perfectamente para 10 enchiladas.
- Por otra parte pondremos a escalfar los tomates para retirarles la piel, con ellos pondremos los chiles de árbol y en chile pasilla. Después que estén suavizados los chiles les quitaremos las semillas para que no piquen mucho.
- En esta parte del procedimiento es hora de tener las tortillas, si las tienen ya, ni se preocupen y si no les deje arriba la receta de cómo hacerlas para tener todo listo.
- Bueno teniendo las tortillas empezaremos haciendo la salsa, en una licuadora ponemos los tomates sin piel, los chiles desvenados, el diente de ajo, un trozo de cebolla, sal y un chorrito (50 ml. aprox.) del caldo de pollo para que la licuadora pueda empezar a triturar. Trituramos perfectamente.
- Por otro lado la pechuga ya debe estar perfecta de sal y desmenuzada.
- En un cazo hondo agregamos un poquito de aceite y cuando este caliente agregaremos la salsa para que se termine de cocinar y cuando la utilicemos este calentita. Debemos probar que este bien de sal y que el picor sea el deseado, de no ser así hay que triturar más tomates.
- Teniendo todo listo nos queda montar nuestro plato de enchiladas, empezaremos por las tortillas.
- Las tortillas las pasamos por aceite, el aceite no debe estar muy caliente porque solo queremos suavizar las tortillas no dorarlas.
- Después rellenaremos todas las tortillas de pollo y las iremos colocando de la forma que más les guste sobre el plato, añadiremos salsa por encima procurando que bañe bien las tortillas.
- Cuando hayamos puesto por encima la salsa agregamos el queso fresco desmoronado, agregamos lechuga si les gusta, cebolla en juliana y crema o nata para cocinar.
Silvia Ramos dressingfood dice
Que riqueza y variedad de chiles.
A mi el chile chipotle tambien me gusta pero no sólo ese.
Lupita Chanteiro dice
Hola Silvia.
La verdad que hay na gran variedad de chile. El chipotle es muy delicioso
Un beso